10 cuidados después de la blefaroplastia

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La blefaroplastia es una cirugía que transforma no solo la mirada, sino también la calidad de vida de quienes la eligen. Como cirujano plástico, he visto de cerca cómo este procedimiento mejora la expresión facial, reduce signos de fatiga e incluso soluciona molestias funcionales como la caída del párpado superior. Sin embargo, tan importante como la técnica quirúrgica, es el compromiso del paciente con el proceso de recuperación.

En este blog comparto los 10 cuidados después de la blefaroplastia que considero fundamentales para alcanzar resultados estéticos naturales, evitar complicaciones y garantizar una recuperación cómoda y segura.

Ya sea que estés por realizarte esta intervención o estés atravesando el postoperatorio, este artículo será una herramienta útil para acompañarte en cada etapa.

1. Descanso y posición elevada: claves para el inicio

Uno de los pilares fundamentales en los cuidados de la blefaroplastia es el descanso adecuado. Durante las primeras 48 a 72 horas, el cuerpo inicia un proceso de regeneración que requiere mínima actividad y máxima atención al detalle. Dormir con la cabeza elevada (ya sea con varias almohadas o en un sillón reclinable) no solo mejora tu confort, sino que también disminuye significativamente la hinchazón.

Mantener la cabeza por encima del nivel del corazón favorece el drenaje linfático y reduce el riesgo de hematomas. Este simple gesto puede acelerar notablemente los tiempos de recuperación. Aconsejo evitar completamente acostarse en posición plana o realizar movimientos bruscos que aumenten la presión en la zona ocular.

También es clave evitar inclinarse hacia adelante, levantar objetos pesados o hacer esfuerzos físicos. Aunque la cirugía haya sido ambulatoria y te sientas bien, no subestimes la importancia de este descanso. Los primeros días son una inversión en tu resultado final.

2. Compresas frías y calientes: cuándo y cómo usarlas

La aplicación de compresas es uno de los cuidados después de la blefaroplastia que más impacto tiene en la comodidad y apariencia durante los primeros días. La combinación estratégica de frío y calor, en los momentos adecuados, ayuda a reducir la inflamación, controlar el dolor y favorecer una cicatrización eficiente.

Durante las primeras 48 horas, se recomienda aplicar compresas frías durante 10 a 20 minutos por hora mientras estés despierto. Esta medida disminuye el flujo sanguíneo en la zona, reduce los hematomas y proporciona alivio inmediato.

A partir del tercer día, podemos incorporar compresas calientes. El calor suave ayuda a mejorar la circulación, lo que favorece la eliminación de hematomas residuales y la relajación de los tejidos. Incluso puede contribuir a disolver pequeñas costras o facilitar el proceso natural de las suturas reabsorbibles.

Un detalle crucial: nunca apliques hielo directamente sobre la piel, y siempre verifica la temperatura de las compresas para evitar quemaduras. En consulta, suelo recalcar que la constancia en este punto puede marcar una gran diferencia en la evolución postoperatoria.

3. Manejo del dolor sin riesgos

El dolor después de una blefaroplastia suele ser leve a moderado, pero eso no significa que deba subestimarse. Controlarlo adecuadamente es parte esencial de los cuidados de la blefaroplastia, ya que permite al paciente descansar, moverse con seguridad y evitar complicaciones derivadas del esfuerzo o tensión.

En los primeros días, recomiendo el uso de paracetamol (acetaminofén) como primera línea de tratamiento. Es seguro, eficaz y no interfiere con el proceso de coagulación. En casos donde el malestar sea más intenso, se pueden indicar analgésicos más fuertes, siempre bajo prescripción médica y evitando automedicación.

Lo que sí es importante evitar completamente son los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno, naproxeno o la aspirina. Estos fármacos aumentan el riesgo de sangrado, lo que puede generar hematomas más intensos y complicaciones en la cicatrización.

4. Higiene ocular y cuidado de incisiones

Mantener una correcta higiene en la zona intervenida es uno de los cuidados después de la blefaroplastia que más contribuye a prevenir complicaciones como infecciones, irritación o una mala cicatrización. En este punto, la delicadeza y la constancia hacen toda la diferencia.

Se debe limpiar suavemente la zona de las incisiones utilizando solución salina estéril o peróxido de hidrógeno diluido, aplicados con un hisopo de algodón. También se pueden remover con cuidado las pequeñas costras que se forman en las pestañas, sin frotar ni ejercer presión. Nunca uses agua directamente del grifo, jabón o productos cosméticos sobre la herida en los primeros días.

En consulta, suelo recetar pomadas antibióticas o lubricantes oftálmicos, que deben aplicarse según indicación médica. Es esencial no tocar la punta del envase con los dedos ni con el ojo para evitar contaminación.

El uso de maquillaje en la zona debe evitarse hasta que las incisiones estén completamente cerradas y el cirujano lo autorice. En general, esto ocurre después de retirar los puntos o cuando se usan suturas reabsorbibles y la piel ha cicatrizado adecuadamente. 

5. Control de hematomas y prevención de sangrados

Los hematomas son una respuesta natural del cuerpo tras una cirugía, pero hay formas efectivas de minimizar su aparición y acelerar su resolución. Dentro de los cuidados de la blefaroplastia, este punto merece especial atención, ya que puede afectar no solo la estética temporal sino también la recuperación general.

Además de las compresas frías en los primeros días y el reposo con la cabeza elevada, es fundamental evitar medicamentos y suplementos que puedan diluir la sangre. Esto incluye aspirina, ibuprofeno, vitamina E, omega 3 y muchos productos herbales. Antes de la cirugía, reviso con cada paciente cualquier tratamiento que estén tomando para evitar interacciones no deseadas.

En algunos casos, recomiendo el uso de árnica montana en forma de gel o suplemento, siempre bajo supervisión médica. Si bien es un remedio natural, puede ayudar a reducir la inflamación y los moretones más rápidamente, sobre todo durante la primera semana.

6. Evita actividades físicas exigentes (aunque sientas mejoría)


Durante las primeras dos semanas, se recomienda evitar completamente ejercicios de alta intensidad, levantar peso, agacharse bruscamente o realizar cualquier actividad que aumente la presión arterial o el flujo sanguíneo a la cabeza. Esto incluye también tareas domésticas exigentes y deportes de bajo impacto.


Asimismo, evita el uso de pantallas por tiempos prolongados (televisores, celulares, computadoras), ya que pueden generar fatiga ocular y sequedad. Leer durante largos periodos también puede irritar los ojos, así que es mejor hacerlo con moderación y en ambientes con buena iluminación.


El uso de lentes de contacto debe suspenderse por al menos dos semanas o hasta que el cirujano lo indique. En este periodo, es preferible utilizar gafas ópticas y seguir todas las indicaciones específicas para tu tipo de cirugía (superior, inferior o combinada).


7. Señales de alerta que no debes ignorar


A pesar de que la blefaroplastia es una cirugía segura y con una alta tasa de satisfacción, es fundamental estar atento a cualquier señal de alerta durante el proceso de recuperación. Dentro de los cuidados después de la blefaroplastia, reconocer los síntomas que requieren atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre una recuperación sin complicaciones y un problema mayor.


Algunas de las señales a las que debes prestar especial atención incluyen:

  • Dolor agudo o intenso que no mejora con analgésicos comunes.
  • Aumento repentino de la hinchazón o aparición de hematomas extensos.
  • Enrojecimiento marcado, calor local o secreción purulenta en las incisiones.
  • Fiebre, escalofríos o malestar general persistente.
  • Visión borrosa prolongada, visión doble o pérdida de visión.
  • Dificultad para cerrar completamente los ojos.


Si experimentas alguno de estos síntomas, no esperes a tu siguiente cita. Comunícate de inmediato con el equipo médico. Personalmente, prefiero que mis pacientes se comuniquen conmigo o con mi equipo ante cualquier duda, por mínima que parezca. Es mejor evaluar y confirmar que todo va bien, que dejar pasar una señal que podría complicar la evolución.


8. Protección solar: un aliado a largo plazo


Uno de los aspectos que a menudo se pasa por alto en los cuidados de la blefaroplastia es la protección solar. Sin embargo, proteger la piel de los párpados de los rayos UV es clave para asegurar una buena cicatrización y conservar los resultados estéticos a largo plazo.


La piel que rodea los ojos es extremadamente delicada, y después de una cirugía es aún más sensible. La exposición solar directa puede oscurecer las cicatrices, prolongar el proceso de curación e incluso provocar inflamación o irritación. Por eso, en consulta siempre recomiendo evitar completamente el sol en las primeras semanas.


Cuando salgas al exterior, incluso en días nublados, utiliza gafas de sol grandes y oscuras que cubran bien el contorno ocular, y acompáñalas con un sombrero de ala ancha para mayor protección. Más adelante, cuando el cirujano lo autorice, se puede aplicar protector solar en gel o loción ligera, formulado específicamente para zonas sensibles o piel postquirúrgica.


9. Hidratación ocular y control de la sequedad


Tras una blefaroplastia, es habitual experimentar cierta sequedad ocular, sensación de arenilla o incluso visión levemente borrosa. Esto no solo es incómodo, sino que puede afectar la cicatrización si no se maneja correctamente. Por eso, dentro de los cuidados después de la blefaroplastia, mantener los ojos bien hidratados es una prioridad.




Una de las primeras recomendaciones que hago a mis pacientes es el uso de gotas lubricantes sin conservantes. Estas ayudan a mantener la superficie ocular humectada y reducen significativamente la irritación. También pueden utilizarse pomadas lubricantes, especialmente por la noche, ya que evitan que el ojo se reseque durante el sueño.


Es muy importante aplicar estos productos sin tocar la punta del envase con el ojo ni con los dedos, para evitar contaminaciones. Y, por supuesto, seguir estrictamente las indicaciones médicas en cuanto a frecuencia y tipo de lubricante.


En los primeros días, puede haber cierta dificultad para cerrar completamente los párpados; en esos casos, la pomada nocturna es aún más importante. También conviene evitar ambientes con aire acondicionado directo o muy secos, ya que pueden agravar la sequedad.


10. Seguimiento postoperatorio: no faltes a tus controles


Aunque los cuidados en casa son fundamentales, ningún proceso de recuperación está completo sin un seguimiento profesional adecuado. Asistir puntualmente a las consultas postoperatorias es parte integral de los cuidados de la blefaroplastia, ya que permite detectar cualquier anomalía a tiempo y garantizar que todo evolucione según lo esperado.


Durante estas visitas, evaluamos aspectos como la cicatrización de las incisiones, el comportamiento de los párpados, la simetría, el nivel de inflamación y el estado general de la piel y los tejidos. En caso de que se hayan utilizado suturas no reabsorbibles, también programamos su retiro en el momento adecuado.


Recuperación consciente, resultados duraderos: lo que debes tener en cuenta


Cada etapa de la blefaroplastia tiene su importancia, pero es durante la recuperación donde más influye tu participación activa. Aplicar correctamente estos cuidados después de la blefaroplastia no solo mejora los resultados visibles, sino que protege tu salud ocular, acelera la cicatrización y reduce el riesgo de complicaciones.


He visto cómo pequeños gestos diarios pueden transformar la experiencia del postoperatorio. Como cirujano, mi compromiso es brindarte no solo una cirugía precisa, sino también el acompañamiento y la educación necesarias para que el resultado final sea natural, armónico y duradero.


Si estás por realizarte este procedimiento o deseas una valoración personalizada, te invito a conocer más sobre el proceso completo de blefaroplastia y los cuidados después de la blefaroplastia. Estoy aquí para guiarte en cada paso.

Autor
Cuidados después de la blefaroplastia DR PACHÓN Bogotá

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